sábado, 27 de septiembre de 2014

Ex-guerrilleros colombianos acuden a Roma, oran y piden perdón y reciben la bendición del Papa

Con ellos, víctimas de la violencia terrorista

Ex-guerrilleros colombianos acuden a Roma, oran y piden perdón y reciben la bendición del Papa

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Dos ex guerrilleros colombianos pidieron perdón por sus acciones violentas del pasado durante un encuentro con el Papa Francisco, al finalizar la audiencia pública semanal en la Plaza de San Pedro, el miercoles 24 de septiembre. 

Acudieron a Roma a orar y recibir la bendición del Papa acompañados de víctimas de la violencia armada en Colombia y para pedir por las negociaciones de paz y los procesos de reconciliación en Colombia.

Sugey Cristina Taborda y Regis Ortiz, desmovilizados en 2006 y 2007, respectivamente, desean, sobre todo, que sean eficaces las negociaciones entre el gobierno y la guerrilla que se están llevando a cabo en La Habana, Cuba, y que se produzca una reconciliación.

El encuentro con el Papa emocionó a todo el grupo colombiano que acudió a orar por la paz y el perdón.


Los ex-guerrilleros y víctimas de la violencia 
oraron juntos por la paz con una misa en una 
de las capillas bajo la basílica de San Pedro, 
ante un icono de la Virgen de Czestochowa


La ex-guerrillera Sugey Cristina Taborda dijo: “Fue el mejor encuentro de mi vida, un momento mágico, nunca había pensado en la posibilidad de saludar al Papa y finalmente se dio. Yo le pedí perdón, por mí y en nombre de todos mis compañeros, todas las personas en proceso de reintegración en Colombia".

"Una persona que cometió errores también tiene la capacidad de perdonar y ser perdonada para trabajar por la paz del país. Somos muchos los colombianos que estamos trabajando en organizaciones sociales y comunitarias. No es sólo pedir perdón… hay que hacer acciones que ayuden a reconstruir el camino de la paz”, añadió. 

“Le dije que el mensaje que necesitamos todos los colombianos es el de la reconciliación. Nos respondió que debemos seguir trabajando por la paz de nuestro país. Pedimos perdón de corazón, no por las cámaras”, agregó Sugey Cristina Taborda.



Reconoció que durante su participación en la guerrilla no creía estar en el error, hasta que cayó en la cuenta de sus acciones y abandonó esa vida. Se desempeñaba entonces como enfermera. 

Tras cursar estudios especiales, prestar servicio social, recibir atención psicosocial y formación profesional, en 2011 concluyó su proceso de reinserción y actualmente vive en Medellín, donde administra un negocio de diseño gráfico y fotografía.

“Es muy importante el poder pedir perdón porque nosotros somos una población muy estigmatizada por el pasado, por donde estuvimos, pese a que hacemos muchas cosas por cambiar y por tratar de arreglar lo que hicimos”, indicó.

Apuntó: “Al pueblo colombiano todavía le hace falta mucho perdonar y reconciliarse. Pedir perdón, en el lugar donde lo pedí y a la persona a la cual se lo pedí, es muy significativo también porque Colombia es un pueblo muy creyente”.

No obstante, aceptó que la reconciliación es difícil y aseguró comprender a quienes les cuesta perdonar, pero insistió que tras 50 años de conflicto en Colombia es hora de romper la cadena del “círculo de odios” para comenzar a ver las cosas de manera diferente.

Se mostró “muy optimista” de que los grupos armados estén en las negociaciones en Cuba, pero aclaró que el desafío vendrá el día después de la firma del acuerdo.

“Los diálogos de La Habana son eso: sólo unos diálogos y al final se va a llegar a un acuerdo. Pero el reto es lo que viene de ahí en adelante, somos nosotros los responsables de que funcione lo que se acuerde, depende de cada uno de los colombianos”, explicó.

Sobre el papel que está jugando la Iglesia en el proceso de paz de Colombia y los diálogos en la Habana entre el gobierno y los grupos rebeldes ha confirmado que “la Iglesia está jugando un papel muy importante. Es una autoridad moral y los colombianos somos muy creyentes, escuchamos sus enseñanzas”.

El encuentro de los desmovilizados con el Papa tuvo lugar como parte de una visita al Vaticano, organizada por la Agencia Colombiana para la Reintegración, el organismo que se ocupa de facilitar las inserción social de las personas que abandonan la guerrilla.

Del viaje no sólo formaron parte ex guerrilleros. También hubo lugar para las víctimas, representadas por Sandra Gutiérrez Jaramillo, quien sufrió en el pasado del secuestro y se integró al grupo que llegó hasta la Plaza de San Pedro.

Victimarios y víctimas de ayer se fundieron en un abrazo de la paz la mañana de este miércoles durante una misa celebrada para ellos en las grutas ubicadas en el subsuelo de la basílica vaticana, a unos pasos de la tumba de San Pedro.

Sugey Cristina Taborda cuenta que “la guerra como tal deja muchas heridas”. Pero el logro más grande ha sido trabajar con sus anteriores enemigos. “Hoy en día es posible. Trabajamos con las víctimas y hacemos actividades” aseguró. 



“Creemos que pedir perdón nos puede llevar a la reconciliación, el perdón es una cuestión personal, pero estamos convencidos que se debe dar ese paso”, señaló–también en entrevista- Regis Ortiz, el otro ex-guerrillero. 

Él era un estudiante universitario y fue reclutado por la guerrilla luego de ser amenazado de muerte por los paramilitares. Lo que debía ser una protección de tres meses, se convirtió en una militancia en la clandestinidad de más de dos años.

Su punto de quiebre llegó tras un bombardeo durante el cual 26 integrantes de su unidad fallecieron y un niño de 12 años, al cual apodaban“Cruz Roja”, murió entre sus brazos.

“Hacen falta todavía muchas peticiones de perdón en este proceso de negociación que está llevándose a cabo en La Habana, de todas las partes. No depende sólo de las personas que estuvimos en grupos armados, también de las víctimas, de los políticos, de la sociedad en general”, precisó.

“Debemos pedir perdón y perdonarnos. Debemos concentrarnos en el post-Habana, la paz no depende de la firma de un documento sino que depende más bien de lo que se hará en Colombia después de la firma de ese documento”, estableció. 

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